Presiones de EEUU buscan bloquear arribo de armadoras chinas

El Gobierno de México, bajo presión de Estados Unidos, mantiene a los fabricantes de automóviles chinos a raya al negarse a ofrecerles incentivos, como terrenos públicos de bajo costo o menores de impuestos, para la inversión en la producción de vehículos eléctricos, de acuerdo con tres funcionarios mexicanos familiarizados con el asunto citados por Reuters.

Una de las fuentes dijo a Reuters que, ahora, BYD estaba buscando incentivos de los gobiernos estatales a pesar de que son sustancialmente menos beneficiosos que los federales.

Estados industriales como Durango, Jalisco, Estado de México y Nuevo León manifestaron que buscan atraer a fabricantes de automóviles chinos para que instalen sus plantas en sus territorios, ofreciéndoles una amplia gama de estímulos.

En septiembre, funcionarios mexicanos de la Secretaría de Economía (SE) y de Relaciones Exteriores (SRE) viajaron a Washington para reunirse con sus pares del Departamento de Comercio, el Departamento de Estado y la Oficina de la Representante Comercial (USTR) como parte de conversaciones de alto nivel entre ambos socios comerciales. Aunque no estaba explícitamente en la agenda, en la reunión se planteó por primera vez el tema del temor a que los fabricantes de automóviles chinos establezcan su producción de vehículos eléctricos en México, aseguraron las fuentes.

Los funcionarios se reunieron nuevamente en enero de 2024 en Toronto. Allí, los empleados públicos estadounidenses hicieron otra solicitud para obstaculizar a los fabricantes de autos chinos.

La última reunión entre altos funcionarios mexicanos y un fabricante de automóviles chino también fue en enero, dijeron las fuentes, con ejecutivos de BYD, uno de los mayores fabricantes de vehículos eléctricos del mundo por ventas.

En la reunión, los funcionarios mexicanos dejaron en claro que no darían estímulos como los otorgados a los fabricantes de automóviles en el pasado, según las fuentes, que pidieron no ser identificadas.

Las fuentes atribuyeron la medida a la presión del Gobierno estadounidense, específicamente de la USTR, para mantener a los fabricantes de automóviles chinos fuera de la zona de libre comercio de Norteamérica.

La respuesta de un funcionario de la USTR a Reuters no abordó la presión reportada, pero mencionó que el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) no estaba destinado a "proporcionar una puerta trasera a China y a otros que puedan estar buscando acceder a nuestro mercado sin pagar aranceles". El funcionario destacó que la USTR se centra en esa cuestión en relación con los automóviles, el acero y el aluminio.

Un portavoz de la Casa Blanca señaló que el Presidente estadounidense, Joe Biden, no permitirá que los fabricantes de autos chinos inunden el mercado con vehículos que representen una amenaza para la seguridad nacional.

Los funcionarios mexicanos no suelen revelar los subsidios otorgados a las empresas para la instalación de fábricas.

Una veintena de fabricantes de autos chinos venden sus productos en México, pero ninguno tiene todavía una planta en el País. Los automóviles chinos representan ya un tercio de la oferta total de marcas en el mercado local.

A pesar de los vientos en contra, los fabricantes de automóviles chinos como BYD todavía buscan echar raíces en México.

A fines de febrero, BYD -que ha competido con Tesla por el primer puesto en el mercado mundial de vehículos eléctricos- insistió en que cualquier fábrica en México atendería al mercado local, en lugar del estadounidense. Pero muchos funcionarios de la industria se muestran escépticos.

 

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