Eventuales despidos por la ruptura de la cadena de suministros es uno de los escenarios al cumplirse una semana de la huelga en tres armadoras de GM, Stellantis y Ford en Estados Unidos, los cuales se buscará contener a través de paros técnicos, aseveró el director general del Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral (CFCRL), Alfredo Domínguez Marrufo.
Afirmó que dirigentes sindicales y empresariales externaron su preocupación por los efectos que tendrá la huelga en Detroit, Michigan.
"Se han acercado dirigentes empresariales con sus dirigentes sindicales, quienes están hablando de que en algunos casos van a requerir establecer algunos paros técnicos porque se van a interrumpir las cadenas de suministro.
"En ese sentido, lo que estamos planteando es que se tiene que hacer un convenio con los trabajadores para que se establezcan cuáles son las prestaciones que se van a pagar a los trabajadores mientras existan estos paros técnicos y que queden los trabajadores debidamente cubiertos".
"Entiendo que no se pagaría 100 por ciento del salario, menos horas extras y otras prestaciones que van aparejadas a la productividad de la empresa"; añadió.
"Estamos en contacto con el Poder Judicial y en caso de que se requiera, se pueda presentar un convenio que la ley plantea como parte de los procedimientos de suspensión colectiva de las relaciones de trabajo", explicó.
United Auto Workers detonó huelgas que suman a 12 mil 700 trabajadores en plantas en Michigan, Ohio y Missouri que producen el Ford Bronco, el Jeep Wrangler y el Chevrolet Colorado, junto con otros modelos populares.
Se espera que General Motors anuncie la paralización de su planta de autos en Kansas esta semana debido al impacto de la cercana huelga de Missouri, luego que el presidente de GM, Mark Reuss, dijo en un artículo de opinión en Detroit Free Press que "las exigencias del UAW pueden describirse en una palabra: insostenibles".
Stellantis adelantó detonará 300 despidos en Ohio e Indiana.
En ese contexto el dirigente de la CTM Puebla, Leobardo Soto, censuró que en plena huelga se registren despidos y cuestionó la calidad moral de las autoridades que a través del Tratado de Comercio obligaron a México a una reforma laboral, pero no defienden a los obreros de Estados Unidos.
Analistas esperan que las plantas que fabrican camionetas más rentables, como la F-150 de Ford, la Chevy Silverado de GM y la RAM de Stellantis sean el próximo objetivo del movimiento sindical si la huelga continúa.
