Algunos propietarios de vehículos Tesla en Noruega están sufriendo una serie de problemas de diversa índole, como calidad en la pintura, óxido, menos autonomía de las baterías, bombas de calor defectuosas, tiradores de las puertas atascados por el frío, entre otros, ante lo cual, realizan una protesta para solicitar la reparación de sus unidades.
Parte de los afectados revelan que presentan problemas en los monitores del sistema multimedia ya que se vuelven amarillos con el paso del tiempo, como si fueran las páginas de un viejo libro.
Otros clientes han mencionado en el foro de la compañía problemas relacionados con el sistema de alumbrado, deformaciones en los asientos, acumulación de agua en el maletero, molduras defectuosas y pérdida de potencia de los motores.
Todos estos problemas han llevado a varios propietarios de Tesla a iniciar una huelga de hambre. Pero esta drástica decisión no solo se fundamenta en esas averías, sino también en el deficiente servicio postventa: los clientes denuncian largos tiempos de espera para ser atendidos y que nunca reciben la llamada que se les prometió.
