El capítulo relacionado con los derechos laborales del Tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá presenta debilidades; además, existen áreas de oportunidad en el Mecanismo de Respuesta Rápida.

En el marco de la “Cumbre trinacional sobre los derechos laborales en el T-MEC”, los especialistas detectaron debilidades en las herramientas que se incluyeron en el Capítulo 23 del T-MEC.

Sara Slinn de la Facultad de Derecho de Osgoode Hall y Mark Rowlinson, del Bufete Goldblatt, expresaron que algunas debilidades del T-MEC, se dan a partir de que es un proceso aún mayormente impulsado por países signatarios y no tanto por los demandantes como lo son trabajadores, ONG, entre otros.

Se puede considerar que sigue siendo un proceso político y legal; en donde los sindicatos y trabajadores afectados no tienen injerencia sobre los reclamos. Asimismo, expusieron que si bien Permite resolver una controversia, éste es sin el acuerdo de las partes afectadas, esto no quiere decir que no van a ser consultados, sino que es importante tener una relación con los gobiernos que van a tomar las decisiones y que, con este acuerdo, las partes mismas son los que van a llevar a cabo los acuerdos”.