Decreto que limita maíz transgénico impactará producción agrícola

El Consejo Nacional Agropecuario (CNA), consideró que el decreto publicado la víspera que limita el maíz transgénico y el glifosfato si tendrá impacto en la producción, por lo cual pidió que toda política tenga bases científicas y tecnológicas.

 

En un comunicado afirmó que se ha demostrado por décadas su consumo y los múltiples estudios científicos realizados en los Estados Unidos, Canadá, Brasil, la Unión Europea y prácticamente en todo el mundo, sin que estos (el maíz transgénico y el glifosato) representen un riesgo para la población.

Apuntó que pese de los cambios que contiene el nuevo decreto, al no determinarse fecha para eliminar el uso, producción e importación de maíz transgénico a México para uso forrajero e industrial en el país, que originalmente se postuló para marzo del 2024, el prohibirlo traerá un impacto negativo en la producción de alimentos.

Sostuvo que “el uso de maíz genéticamente modificado y el uso correcto del glifosato no causa daños a la salud” y pidió que toda política tenga bases científicas y tecnológicas.

El nuevo decreto “extiende el periodo de transición hasta el 31 de marzo de 2024 y señala que el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) ha presentado distintas alternativas viables, las cuales como CNA desconocemos y serán bienvenidas siempre y cuando éstas estén validadas y probadas en su eficacia, adecuado acceso, costos competitivos para el productor, con base en métodos científicos y en pruebas de campo, sino carecerán de todo sustento y serán inviables”.

Con esta nueva versión se brinda claridad en sus objetivos y certeza regulatoria con base en evidencia técnico-científica.

Las precisiones más importantes  del decreto promovido por el gobierno federal acota estrictamente al maíz, luego que, la canola, la soya, el algodón y el resto de las materias primas no quedan sujetas a esta regulación.

Para evitar confusiones, el gobierno federal estableció una categorización del maíz según su uso: alimentación humana (masa y tortilla), forraje e industrializado para alimentación humana, por lo cual, prohíbe el uso de maíz genéticamente modificado para la masa y la tortilla.

La Secretaría de Economía sostuvo por su parte que lo anterior, no representa afectación alguna al comercio ni a las importaciones, entre otras razones, porque México es de sobra autosuficiente en la producción de maíz blanco libre de transgénicos. "De lo que se trata es de consolidar tal soberanía y seguridad alimentaria en un insumo central en la cultura de las y los mexicanos".

En cuanto al uso de maíz genéticamente modificado para el forraje y la industria, se elimina la fecha límite para prohibir su uso, quedando sujeto a que exista suficiencia en el abasto. Asimismo, se instalarán mesas de trabajo con el sector privado nacional e internacional para lograr una transición ordenada.

 

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