De acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), los altos precios de los fertilizantes podrían provocar un alza en los costos de producción, que haya menos cosecha y que los precios de los alimentos suban más en 2023.

Pedro Martel, jefe de la División de Medio Ambiente, Desarrollo Rural y Administración de Riesgos por Desastres del BID, estimó que a nivel global más de mil millones de personas viven directamente de la agricultura.

 "Este es un número grandísimo de personas... en el continente americano hay países donde más del 30 por ciento de la población se dedica a agricultura, de estos el 80 por ciento son pequeños productores", dijo.

De acuerdo con Martel, los medios de vida de estas personas están siendo afectados por situaciones asociadas al cambio climático y biodiversidad, pero tienen un efecto en el resto de la sociedad, por lo que urge trabajar en el tema.

Para el ciclo agrícola 2022-2023, la Asociación Cámara Salvadoreña de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (CAMPO), proyecta que El Salvador produzca 20.2 millones de quintales de cereales, 8.4 millones de quintales menos en relación a los 28.6 millones de quintales de la cosecha anterior, debido a incrementos de hasta el 100 por ciento en los insumos agrícolas.