Las familias mexicanas se encuentran entre más afectadas por la crisis económica desatada por la pandemia de la COVID-19 ya que, al menos, seis de cada 10 habitantes perdieron su trabajo o negocio.

De acuerdo con una encuesta levantada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) entre 26 de sus 38 países miembros, mientras en México, 66.1 por ciento de los trabajadores se quedaron sin ocupación, en el resto de los países el promedio es de tres de cada 10 personas.

Como consecuencia de la pérdida de los ingresos familiares, seis de cada 10 de los mexicanos encuestados reportó estar sufriendo algún tipo de dificultad financiera, lejos del 31 por ciento que arroja la media de los países OCDE.

Los expertos de la OCDE destacan que la diferencia en el impacto de la crisis económica radica en el gasto social que históricamente destinan los países ricos y los países pobres.