Hasta 4º trimestre 2024 se alcanzaría 3% de meta inflacionaria

La Junta de Gobierno de Banco de México consideró que la economía del país sigue en expansión, aunque a un ritmo más moderado, mientras que la inflación convergerá a su meta de 3 por ciento en el cuarto trimestre de 2024.

Observaron que los subsectores de manufacturas más integrados a las cadenas globales de producción exhiben el mayor dinamismo, mientras que aquellos subsectores más vinculados al ámbito doméstico han enfrentado una mayor atonía.

Asimismo coincidió en que el mercado laboral muestra fortaleza, si bien las condiciones en este mercado muestran señales de apretamiento.

Detalló que la tasa de participación laboral continuó aumentando, mientras que la desocupación permaneció en niveles bajos.

En cuanto a la inversión, la mayoría destacó que esta sigue exhibiendo una mejoría, luego que, esta se sustenta en el componente de maquinaria y equipo.

Sin embargo, uno alertó que la inversión aún presenta un rezago respecto de sus niveles máximos de mediados de 2018, aunque se sitúa cerca de los niveles previos a la pandemia.

En torno a inflación, todos los miembros de la Junta de Gobierno consideraron que el panorama inflacionario sigue siendo complejo e incierto, si bien reconocieron que algunas presiones están moderándose.

Estimaron que la inflación de mercancías siguió disminuyendo, en particular, la reducción de la de productos alimenticios, aunque hay una tendencia alcista de la inflación anual de los servicios.

La mayoría detalló que las presiones provenientes del exterior han disminuido, aunado a que la inflación general anual ha disminuido debido a la evolución del componente no subyacente, mientras que la inflación subyacente se ha ajustado a la baja de manera gradual.

Señaló que se sigue anticipando que la inflación converja a la meta de 3 por ciento en el cuarto trimestre de 2024 y que se prevé que las presiones inflacionarias continúen disminuyendo hacia delante.

Esta previsión, acotó, está sujeta a riesgos.

Al alza señaló la persistencia de la inflación subyacente en niveles elevados; una depreciación cambiaria ante eventos de volatilidad financiera internacional; mayores presiones de costos, y presiones en los precios de energéticos o agropecuarios.

A la baja quedaría sujeta a una desaceleración de la economía global mayor a la anticipada; un menor traspaso de algunas presiones de costos; una disminución en la intensidad del conflicto geopolítico o un mejor funcionamiento de las cadenas de suministro, y un efecto mayor al previsto de las medidas del Gobierno Federal ante la carestía.

La Junta de Gobierno de Banco de México anunció que vigilará estrechamente las presiones inflacionarias, así como todos los factores que inciden en la trayectoria prevista para la inflación y en sus expectativas, con el objetivo de determinar una tasa de referencia congruente en todo momento en el plazo en el que opera la política monetaria, como con un ajuste adecuado de la economía y de los mercados financieros.

La Junta de Gobierno ratificó que tomará su próxima decisión en función del panorama inflacionario, considerando la postura monetaria ya alcanzada.

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