Expectativas socio económicas complicadas para el continente: FMI

La inflación subyacente (es decir, la que excluye los alimentos y la energía) se mantiene en un nivel alto de alrededor del 8% en Brasil, México y Chile (y algo más alto en Colombia), lo que hace probable que 2023 sea un año difícil para la región, con perspectivas socio económicas complicadas, advirtió el Fondo Monetario Internacional.

El crecimiento este año apunta a desacelerarse a apenas 2 por ciento, en un contexto de tasas de interés más altas y precios más bajos de las materias primas, añadió.

Así, tanto la creación de empleo como el gasto de consumo en bienes y servicios están desacelerándose, y la confianza de los consumidores y las empresas está debilitándose.

Alertó que el crecimiento también se verá limitado por una desaceleración en los socios comerciales, en particular Estados Unidos y la zona del euro.

Además, siguen predominando los riesgos a la baja, como por ejemplo los derivados de posibles condiciones financieras más restrictivas de lo previsto, y de la guerra de Rusia en Ucrania.

Subrayó que en ese escenario se debe apostar a la estabilidad económica, con un gasto social direccionado a los más pobres, estimular el crecimiento y la creación de empleo, fomentar la iniciativa empresarial y atender las acuciantes necesidades sociales a las que se enfrentan muchas personas en la región.

La desaceleración del crecimiento, la inflación elevada y la incertidumbre mundial implican que este año los niveles de vida disminuirán para mucha gente de la región, y que habrá un mayor grado de ansiedad con respecto al futuro.

El creciente malestar social y la menor confianza en las instituciones públicas han sido una tendencia destacada en la región desde hace algún tiempo, aunado a que, consideró el FMI, las tensiones sociales sin duda se vieron exacerbadas durante la pandemia.

Los más pobres —en particular aquellos cuyos empleos consistían en servicios en persona— se llevaron la peor parte de las consecuencias económicas, pues, pese al apoyo público, muchos no pudieron blindarse completamente del al impacto negativo de la pandemia, como lo demuestra el notable aumento de la pobreza.

Además, la mayor inseguridad alimentaria también es un síntoma clave de los persistentes efectos socioeconómicos de la pandemia, alertó.

En torno a crecimiento, estimó que para el caso de México este se ubicó en 2022 en 3.1 por ciento, mientras que en 2023 y 2024 será del 1.7 y 1.6 por ciento.

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