Puebla ocupa la sexta posición con mayor porcentaje de la población ocupada cubierta por la Norma Mexicana 025 en Igualdad Laboral y No Discriminación, pero está dentro de 6 estados con mayor número de mujeres en condiciones de informalidad laboral y en pobreza laboral, según el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
La entidad está en el sitio 27 de 32 estados en materia de entrada de mujeres y su permanencia en el mercado laboral.
Entre sus positivos destaca también que se ubica en sitio 12 en la brecha de ingresos por género, es decir, la diferencia de percepciones, con niveles de 14.1 por ciento.
El IMCO aplicó 15 indicadores en su estudio "#ConLupaDeGénero2023" para identificar retos y fortalezas para sumar y retener el talento femenino, donde también, aborda la violencia de género como uno de los principales obstáculos para la participación de las mujeres en el mercado laboral.
En ese contexto Puebla se encuentra en el sitio 9 en carpetas de investigación de delitos de acoso y hostigamiento con 4.7 registros por cada 100 mil habitantes.
La entidad se encuentra en el sitio 21 de mujeres que quieren trabajar y no pueden con 26.1 por ciento, al estar desocupadas, subocupadas o no activas en la economía.
Asimismo Puebla ocupa el sitio 23 en mujeres preparadas, al tener 39.6 por ciento de mujeres mayores de 18 años con escolaridad de al menos educación media superior.
Puebla está además dentro de seis estados con peores estándares en desigualdad en trabajo no remunerado, mujeres en la informalidad laboral (68.6%) y en pobreza alimentaria (51.5%), al ser insuficiente su ingreso para comprar su canasta alimentaria.
La Ciudad de México se ubica como la entidad con mejores condiciones laborales para las mujeres. Tiene la mayor proporción de mujeres preparadas (60%), así como la menor tasa de embarazo adolescente (10.6%).
Guanajuato ocupa el último lugar del ranking, principalmente por tener la mayor proporción de mujeres que trabajan más de 48 horas semanales (26%) y una alta desigualdad de género en términos del trabajo no remunerado, solo después de Querétaro.
El IMCO concluye que los gobiernos estatales pueden acelerar las condiciones para detonar el potencial económico de las mujeres.
Para ello, refiere como necesario desde lo local generar más y mejor información con perspectiva de género, por ejemplo medir la participación de mujeres por nivel de puesto, así como incentivar ambientes laborales más inclusivos que sean compatibles con la corresponsabilidad de cuidados a través de extender los permisos de paternidad, reconocer a los centros de trabajo o contar con un portal de buenas prácticas de inclusión de mujeres.
