Fitch Ratings ratifica calificación de México

Fitch ratificó la calificación de México en 'BBB-', con perspectiva es estable, al considerar que está respaldada por un marco de política macroeconómica consistente, finanzas externas relativamente estables y sólidas, y deuda pública sobre PIB proyectados en niveles ligeramente por debajo de la mediana de 'BBB'.

“La calificación está restringida por una gobernanza relativamente débil, un desempeño silencioso de crecimiento a largo plazo y las implicaciones para las propias finanzas del gobierno federal de su estrategia de aliviar la carga tributaria de Pemex" expuso la Calificadora.
"La perspectiva estable está respaldada por el desempeño relativamente sólido de las finanzas públicas, a pesar de los desafíos a mediano plazo" agregó.

Esto argumentó, respalda nuestra evaluación de la credibilidad de la política macroeconómica como una fortaleza de calificación y un respaldo a la confianza del sector privado a pesar de algunos riesgos de gobernabilidad y política microeconómica.

La decisión está en línea con las ratificaciones en 2021 de JCR, Moody’s, HR Ratings, DBRS y KBRA.

La calificadora mejoró su perspectiva de crecimiento para 2021, de 4.2 a cinco por ciento, con base en la reapertura de la economía del país y la fuerte demanda estadounidense.

Adicionalmente, la calificadora señala como factores que apoyan el crecimiento potencial una menor carga del sector petrolero, mayor certidumbre para el comercio que significa la firma del T-MEC y la expectativa de nuevas inversiones en el país, por la reconfiguración de las cadenas globales de valor (nearshoring).

La agencia resalta que las finanzas públicas de México han tenido un mejor desempeño que las de sus pares, registrandoun déficit relativamente menor y un aumento más limitado en la relación deuda pública/PIB. Asimismo, los ingresos tributarios superaron las expectativas al aumentar en términos reales en 2020, en contraste con la experiencia de recesiones anteriores.

Fitch menciona que la deuda de Pemex representa un pasivo contingente para las finanzas públicas del país. En este sentido, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público refrenda la estrategia iniciada en 2019 para el fortalecimiento de Pemex, que es el mayor contribuyente del presupuesto federal, como una inversión de mediano y largo plazo.

Esta estrategia ha permitido estabilizar la producción petrolera y aumentar las reservas durante 2019 y 2020, luego de años de caídas consecutivas, al tiempo que se han preservado finanzas públicas sanas.

Como resultado, en 2020 Pemex contribuyó al erario público con cerca de 600 mil millones de pesos, en el peor año para la industria petrolera desde 1933.

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