La debil democracia de Guatemala

René Sánchez Juárez

Después de la sorpresiva victoria electoral por parte del sociólogo progresista Bernardo Arévalo, se planeaba que este domingo 14 de enero tomara posesión de la presidencia del país vecino de Guatemala; sin embargo, no todo fue de acuerdo con lo planeado por él y su partido político “Movimiento Semilla” ya que los diputados salientes y afines al presidente Alejandro Giammatei tenían otros planes.

 

Bajo un discurso de lucha en contra de la corrupción y atacar los principales problemas del país como la pobreza y desigualdad; las necesidades de desarrollo en educación, salud o infraestructuras. El entonces candidato Arévalo obtuvo la confianza del electorado, pero esto lo llevó a enfrentarse a los grupos fácticos que gobiernan Guatemala, las élites burocráticas y empresariales que se han protegido entre sí para mantener el poder.

 

Las muestras para evitar la investidura fueron a partir de agosto pasado cuando Arévalo ganó la segunda vuelta electoral, el Ministerio Público encabezado por la fiscal general Consuelo Porras comenzaron una serie de intentos por evitar la transición política por la vía judicial.

 

Los intentos fracasaron principalmente debido a la firme defensa de la democracia y del voto de los guatemaltecos impulsada por los movimientos indígenas de todo el país quienes llevan más de 100 días de resistencia frente a la sede del Ministerio Público. Así como la presión internacional que ha denunciado la ofensiva.

 

Debido a que un fallo emitido por la Corte de Constitucionalidad a mediados de diciembre ofrecía garantías para que Arévalo fuera investido, los videos que hemos visto en redes sociales muestran lo contrario.

 

Con tres horas de retraso los diputados debían ser juramentados para después nombrar un presidente del Congreso, así como una nueva junta directiva para tomar la posesión del nuevo presidente de Guatemala. Sin embargo, por una orden judicial de suspensión del Partido “Movimiento Semilla” los diputados podrían ser declarados como “independientes” por lo que no podrían pertenecer a la Junta Directiva y ni presidir comisiones parlamentarias.

 

Mientras que Arévalo solicita a través de su cuenta de X, que “Los diputados tienen la responsabilidad de respetar la voluntad popular expresada en las urnas. Se está intentando vulnerar la democracia con ilegalidades, nimiedades y abusos de poder. El pueblo guatemalteco y la comunidad internacional están observando.”

 

Las manifestaciones de los ciudadanos afuera del Congreso claman porque se respete el voto ciudadano y le tomen posesión como presidente a Bernárdo Arévalo.

 

Mientras que un grupo de cancilleres invitados a la toma de protesta encabezados por la mexicana Alicia Bárcena denuncian ante todo el mundo el golpe de Estado en contra del presidente electo.

 

Confiamos que se respete el estado de derecho y la voluntad democrática de la nación vecina y se tome protesta del próximo presidente de Guatemala.

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