René Sánchez Juárez
La semana pasada se llevó a cabo el segundo debate republicano entre los siente aspirantes mejor posicionados para adjudicarse la candidatura del partido de derecha en los Estados Unidos; sin embargo, el gran ausente fue el expresidente Donald Trump.
El debate fue entre el gobernador de Florida, Ron DeSantis; la exgobernadora de Carolina del Sur Nikki Haley; el empresario Vivek Ramaswamy; el exvicepresidente Mike Pence; el senador por Carolina del Sur Tim Scott; el exgobernador de Nueva Jersey Chris Christie, y el gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum, tuvieron que cumplir con la barrera de los 50,000 donantes de campaña, superar el 3% de apoyo en las encuestas y firmar un documento titulado “Vencer a Biden” por el que los candidatos se comprometen a apoyar al candidato escogido por el Partido Republicano.
En los temas más relevantes para nuestros paisanos y fieles al estilo republicano no hubo mayores sorpresas, a pregunta expresa a los candidatos sobre cómo se acercarían a los votantes latinos, resultó que sólo DeSantis ha traducido su campaña al español, Pence respondió que sería un presidente para todos y defender el “sueño americano”; Scott resaltó que una de las mujeres de mayor rango en su campaña es latina.
Difícilmente este ejercicio democrático vaya a tener un impacto real en las tendencias sobre la preferencia que tienen los republicanos sobre la posible candidatura de Donald Trump y es que la ventaja de hasta 60% sobre el segundo lugar los coloca en una posición privilegiada y que no la va a desperdiciar en asistir a los debates con los otros 7 aspirantes, por lo que prefiere enfocarse en su verdadero adversario que es Joe Biden.
Trump prefirió llevar a cabo un evento con sus simpatizantes en Michigan para arremeter en contra de su futuro oponente el presidente Biden por unirse a manifestaciones de huelga del sindicato United Auto Workers en ese mismo estado hace algunos días.
Lo mismo se mofa de los lapsus que ha tenido Biden; también ha atacado los estímulos fiscales que la actual administración ha hecho para los coches eléctricos; la supuesta ayuda a China a través de estos estimulo.
Todo parece indicar que el proceso del Partido Republicano para elegir al candidato para las elecciones de 2024 serán un mero trámite, Donald Trump está muy fortalecido y ya está en campaña abierta, fiel a su estilo.
Recordemos que la elección estadounidense es en el mes de noviembre, y en sexenios pasados los presidentes electos de Estados Unidos y México coincidían e incluso se reunían, el siguiente año no sería así, ya que el próximo o próxima presidente entrará en funciones el 1 de octubre de 2014. Por lo que Trump o Biden para el siguiente periodo ya no tendrán interlocución con el presidente López Obrador.
