René Sánchez Juárez
La semana pasada nos enterábamos sobre la ampliación del grupo de economías emergentes conformado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica (BRICS) lo que replantearía un nuevo orden mundial en términos políticos y económicos, sobre todo con occidente.
El anuncio por parte del presidente de Sudáfrica Cyril Ramaphosa, durante la XV Cumbre de jefes de Estado y Gobierno del grupo, dio a conocer que aprobaban el acceso al club a Argentina, Arabia Saudita, Egipto, Etiopía, Emiratos Árabes Unidos e Irán que serán miembros plenos a partir del 1 de enero de 2024.
De acuerdo con la presidencia de la BRICS comentaron que habían recibido 23 solicitudes de naciones como Bolivia, Cuba, Honduras y Venezuela.
En conjunto el poder económico de las BRICS es importante y podrían hacerle frente a la Comunidad Europea o el TMEC, ya que es grupo de economías emergentes representan el 42% de la población mundial, el 30% del territorio del planeta, así como el 23% del PIB y el 18 del comercio mundial.
Desde su creación en 2006, sólo habían aceptado a Sudáfrica en 2010 lo que sumó la S a su acrónimo, 14 años después suman a 6 países más, incluidas dos potencias petroleras como Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos. Se incluyen a dos países africanos como Egipto y Etiopía, así como un latinoamericano, Argentina que atraviesa una seria crisis económica y una inflación acelerada.
El presidente de Brasil Lula da Silva había apostado por la entrada de Argentina; sin embargo, hay un proceso electoral que podría llevar a la presidencia a Javier Milei quien ya dijo que no quiere nada con países “comunistas” por lo que de ser elegido probablemente no se concretaría la adhesión a las BRICS.
El fortalecimiento de la BRICS no habrá caído nada bien en los Estados Unidos, ya que Irán podría ser respaldada ahora por China y Rusia, con quien Washintong han tenido tensas relaciones históricas.
También se fortalecería el Nuevo Banco de Desarrollo, la banca parecida al Banco Mundial para financiar proyectos de infraestructura para los países miembros.
Se dio a conocer que México había solicitado su inscripción a las BRICS; sin embargo, el propio presidente aclaró que nuestro país no se iba a adherir, dijo “Nuestra propuesta es fortalecer el tratado con Estados Unidos y Canadá, consolidarnos como región, fortalecernos, ayudarnos mutuamente, complementarnos, que se comparta la inversión, que se comparta la tecnología, algo que es fundamental, la fuerza de trabajo”.
También dijo que la prioridad es fortalecer el Tratado TMEC ya que representa el destino de casi el 85% de las exportaciones mexicanas. Lo cual parece ser una decisión adecuada por la vecindad y por geopolítica.
