René Sánchez Juárez
Con el anuncio de la semana pasada, donde los cuatro aspirantes a la Coordinación de Defensa de la Transformación, léase la candidatura a la presidencia de la república, por lo que de inmediato la autoridad electoral ha puesto sus ojos en el proceso que están llevando los partidos de Morena, PT y PEVM.
El proceso electoral del 2024 aún no comienza de manera formal, por lo que los aspirantes deberán tener mucho cuidado en sus reuniones ya que la Comisión de Quejas del INE ha ordenado que no hagan llamados al voto, que no promuevan la plataforma de Morena y no hagan promesas electorales.
De llegar a violar estos lineamientos, pueden derivar en que pierdan el derecho a participar en las elecciones presidenciales de 2024. Debemos recordar el proceso electoral del 2021, donde el INE retiró el registro a Félix Salgado Macedonio por incumplir con el informe de gastos de precampaña.
Para este proceso el presidente de Morena anunció que sí habría un financiamiento de 5 millones de pesos para cada uno de los aspirantes, Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto López y Ricardo Monreal, así como para los militantes del PT, Fernández Noroña y del Verde Manuel Velasco. El presupuesto será exclusivo para cubrir gastos de logística y viáticos durante los recorridos por todo el país.
Las quejas de la oposición ante este proceso son por la anticipación de los candidatos de Morena-PT-PVEM ya que, de acuerdo con las leyes electorales, el proceso electoral 2024, comenzará en la tercera semana de noviembre, que incluye, precampaña, campaña y jornada electoral. Y debería ser en la precampaña donde los militantes de un partido político deberían definir las candidaturas a través de la promoción sólo ante la militancia.
Por ello la importancia de que las “corcholatas” tengan un correcto manejo sobre los discursos ante sus simpatizantes, para evitar actos anticipados de campaña, ya que incurrirían en una ventaja indebida en detrimento de los demás aspirantes vulnerando el principio de equidad en la contienda.
Por lo que las reuniones podrán ser sólo informativas con militantes, no podrán hacer llamados explícitos a votar, ni por ellos mismos ni
en contra de otros personajes o partidos políticos, no podrán dar a conocer sus propuestas de gobierno, ni promover la plataforma de su partido político, así como tampoco promoverse en comerciales de radio o televisión.
Para dar seguimiento a las reuniones los aspirantes deberán entregar el calendario de los eventos por semana y entregar un control de gastos para que sean auditados por el INE.
Los aspirantes se encuentran ante una gran oportunidad de recorrer el país por dos meses, pero también se encuentran al “filo de la navaja electoral” donde un error en su discurso o logística podría ser acusado de actos anticipados de campaña e incluso perder el derecho al registro, ya que los precedentes existen. Con el anuncio del ganador en septiembre, el candidato de la coalición podrá hacer precampaña ya con la candidatura en la bolsa.
