El nuevo INE y sus retos

René Sánchez Juárez

Llega a su fin la presidencia de Lorenzo Córdova al frente del Instituto Nacional Electoral, su partida se da entre polémicas y disputas por reformas electorales, Plan B e incluso Plan C.

 El pasado 31 de marzo, la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados tenía la responsabilidad de seleccionar a los próximos cuatros consejeros del INE, entre ellos por primera vez, una mujer sería la presidenta del organismo autónomo; sin embargo, no hubo consenso entre las diferentes fuerzas políticas, debido a que la oposición acusaba que los perfiles para las consejerías eran afines a Morena; sin embargo, se siguieron los pasos que se marcaban en las leyes electorales que redactaron cuando la oposición era mayoría.

Ante este escenario se tenía previsto que fuera a través del método de insaculación, donde se agruparan en cuatro quintetas y en una urna transparente. Las secretarias de la mesa directiva seleccionaran al azar los nombres de los próximos funcionarios electorales.

Los nuevos consejeros electorales son Jorge Montaño Ventura, Rita Bell López Vences y Arturo Castillo Loza; mientras que Guadalupe Taddei Zavala fungirá como presidenta por los próximos nueve años.

Los cuatro perfiles insaculados en la Cámara de Diputados tienen carrera electoral, en sus estados, ya sea en tribunales o institutos electorales. Sin embargo, han sido fuertemente criticados por su cercanía con Morena, sobre todo la nueva presidenta quien es prima del delegado de Bienestar en Sonora, tía del próximo director de Litio de México y de Ivanna Celeste Taddei Arriola.

Los retos que enfrentarán serán en dos frentes, por un lado, su trabajo en el Consejo General del Instituto Nacional Electoral y su capacidad para organizar las elecciones, que este año será su primera prueba cuando en junio de este año se lleven a cabo las jornadas electorales en Estado de México y Coahuila; sin embargo, su papel más importante será el próximo año cuando se tenga que elegir presidente de la República, 128 senadores, 500 diputados federales, 9 gobernadores, 31 congresos locales, 1580 ayuntamientos y 16 alcaldías.

Otro reto y tal vez más importante será la postura que tenga este nuevo Consejo General del INE frente a la administración federal, en cuanto a las reformas electorales enviadas este año, el Plan B, el uso de los fideicomisos e incluso si se rebajarán el sueldo. Algo que siempre estuvo en contra la anterior presidencia de Lorenzo Córdova.

Esta nueva presidencia deberá convocar a la sociedad para que se recupere la figura de un órgano ciudadano que retome la esencia de un instituto confiable y se aleje de las pugnas entre el gobierno y los partidos políticos y sirva a la gobernabilidad de México a través de una reingeniería institucional.

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