La Nicaragua dictatorial

René Sánchez Juárez

La historia de los países latinoamericanos coincide en que hemos sido gobernados por dictadores, algunos en mayor o menor medida, uno de los casos más representativos es Nicaragua, donde la dinastía Somoza, gobernó de 1937 a 1979, con algunas intermitencias, pero siempre afines al mismo régimen.

 

Con el triunfo de la revolución nicaragüense a través del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y la renuncia de Somoza, se integró la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional, que gobernó de 1980 hasta 1985, en la cual Daniel Ortega era Coordinador en representación del FSLN. En las primeras elecciones libres resultó ganador Ortega ejerciendo su primer periodo como presidente de 1985 a 1990.

 

Significaba unos de los primeros triunfos de izquierda que tenía el respaldo de la comunidad internacional y el presidente Ortega gozaba de una amplia legitimidad.

 

El liderazgo e importancia que representaba lo llevó a participar en todos los procesos electorales posteriores; sin embargo, no fue hasta 2006 cuando volvió a ganar la presidencia y ha ganado sus reelecciones hasta la última que fue en 2021, incluso con su esposa como vicepresidenta. Sin embargo, esta última reelección se vio empañada por las protestas de 2018 así como encarcelar o inhabilitar a sus opositores.

 

Ortega ha vuelto a embestir en contra de sus opositores, ya que ha despojado de su nacionalidad a 94 presos políticos que se suman a otros 222 entre los que se encuentran periodistas, activistas, políticos, religiosos o defensores de derechos humanos.

 

Con esta acusación el gobierno nicaragüense los despojó de sus bienes en su país, ya que no tienen derecho alguno y han sido deportados a Estados Unidos, entre los que se encuentran cinco candidatos a las elecciones en 2021.

 

Ante estas arbitrariedades el presidente de Chile Gabriel Boric, escribió en su cuenta de Twitter “Un abrazo fraterno a Gioconda, Sergio, Sofía, Carlos y a todos quienes Ortega ha pretendido despojarlos de su nacionalidad nicaragüense” y en otro manifestó “No sabe el dictador que la patria se lleva en el corazón y en los actos, y no se priva por decreto. ¡No están solos!”.

 

Con lo que ha iniciado un rompimiento entre líderes latinoamericanos de izquierda, ya que no ha habido otro presidente que se dirigiera como dictador a otro presidente de izquierda, pero hay que tener en cuenta que Boric nació en 1986 cuando Ortega empezaba su primer periodo presidencial.

 

Por ahora México sólo ha emitido un escueto comunicado a través de la Secretaría de Relación Exteriores “México ha dado puntual seguimiento a la situación de las personas nicaragüenses deportadas de Nicaragua”.

 

Otros gobiernos como Brasil y Argentina han mantenido silencio y Colombia sólo ha expresado su preocupación.

 

A decir de los críticos Ortega se ha convertido en Somoza, un dictador del país centroamericano abusando del poder y violando los derechos humanos de sus ciudadanos. Esperamos que se dé un cambio con paz en Nicaragua.

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