Por: René Sánchez Juárez
Se generó mucha expectativa por la visita oficial del presidente Andrés Manuel López Obrador a su homólogo estadounidense Joe Biden, sobre todo después de no haber asistido a la Cumbre de las Américas que se llevó el mes pasado, por la negativa de no invitar a aquellos mandatarios que son considerados dictadores, como es el caso de Maduro de Venezuela; Díaz-Canel de Cuba y Ortega de Nicaragua.
Dentro de los puntos que trataron en la visita oficial, fueron los obligados entre los mayores socios comerciales en América del Norte, que AMLO resumió en 5 puntos: garantizar el abastecimiento de gasolina barata en la frontera; disposición de mil kilómetros de gasoductos; eliminación de aranceles; creación de un plan de inversión pública y privada para fortalecer los mercados y ordenar el flujo migratorio.
Difícilmente alguna de las propuestas presentadas por AMLO tengan eco, ya que la agenda estadounidense está marcada por las próximas elecciones de la Cámara de representantes, sobre todo porque un día antes del encuentro se dio a conocer una encuesta del New York Times, que revela que tres cuartas partes de los estadounidenses consideran que el país va en la dirección equivocada y el 64% de los demócratas creen que Biden no debe postularse como candidato en las próximas elecciones presidenciales de 2024.
El embajador Ken Salazar, comentó sobre la visita “Vamos por buen camino, estas son cosas muy, muy difíciles, pero tenemos un camino definido y yo le recomiendo a todos leer el documento que salió de la reunión de los presidentes” y también dijo “Será difícil, ¡Sí! Habrá críticas, ¡Sí! Pero eso no me importa, no me distraigo de la agenda y del objetivo”
Y es que la visita causó polémica tanto para la oposición de AMLO, que criticaron incluso su postura en la reunión y por parte de los republicanos como el senador Hagerty, que considera que la propuesta afectaría a sectores críticos de la economía estadounidense.
Mientras que la oposición en México, lo más que se les vá a ocurrir es citar a Ebrard a comparecer y eso será un foro en favor del Canciller y sus aspiraciones presidenciales porque la oposición no tiene una agenda propia en política internacional y menos con la propuesta de Alito de facilitar a las familias mexicanas tener armas de gran calibre para defenderse de la delincuencia.
Lo cierto es que la popularidad de AMLO en EU sigue siendo su mayor capital político, sino preguntenle a Kamala Harris que se desvive en elogios para el presidente pensando en su candidatura a la primera magistratura de los EU, en el escenario que Biden no repita como candidato en 2024.
Por ahora las propuestas de AMLO están sobre la mesa, ya veremos a cuál le quieren dar seguimiento los vecinos del norte.
