Alito no aguanta más

Las secuelas de la derrota de 4 de las 6 gubernaturas a inicios de junio siguen persiguiendo al presidente del PRI Alejandro Moreno, así como las denuncias por supuestos actos de corrupción y delitos electorales y de evasión de impuestos a través de la filtración de audios.

Los expresidentes del PRI solicitaron audiencia con “Alito” para solicitar una explicación sobre las derrotas y es que de acuerdo con el todavía presidente para él no fue una derrota ya que no permitieron al presidente Andrés Manuel hacerse con la totalidad de los triunfos.

También el arroparse de las dirigencias estatales de los comités directivos, que él mismo ha apoyado y mostrarlo como un espaldarazo a su liderazgo, le otorgó una bocanada de oxígeno, sin embargo, cada día que pasa los priístas ya no están tan seguros de que la permanencia de Alejandro Moreno al frente del expartidazo sea la mejor opción, ya no para el 2024 incluso para el 2023 donde las elecciones Coahuila y el Estado de México sea “la gota que derramó el vaso”

Esta semana se dieron a conocer las primeras encuestas para las elecciones del próximo año, de acuerdo con la agencia Electoralia para la elección en Coahuila, Morena tiene una ventaja al tener el 49% de la intención de voto; la coalición, PRI-PAN-PRD el 30% y el 18% aún no sabe. Mientras que con Ricardo Mejía abanderado de la coalición Juntos Haremos historia obtendría el 48%; y el priísta Manolo Jiménez el 29% y en tercer lugar el panista Guillermo Anaya con 6%. Sin embargo, se ha subido a la carrera por parte de Morena el expanista Luis Fernando Salazar quien pondría fin al priísmo en el norteño estado.

Mientras que, en el Estado de México, de acuerdo con el Financiero, la coalición Morena-PVEM-PT obtendría el 46%; por su parte el PRI-PAN-PRD sólo el 38%. Sólo falta definir quiénes serán los abanderados por parte del partido del presidente puede ser Delfina Gómez, secretaria de educación, el senador Higinio Martínez u Horacio Duarte titular de la Agencia de Aduanas.

Mientras que priístas como Osorio Chong quien ya pidió la renuncia de Alejandro Moreno, por sus derrotas, las polémicas que ha generado por sus presuntas actividades delictivas y ahora por sus próximas derrotas electorales que pondrían al PRI sólo con una gubernatura en el país.

La oposición no ha encontrado cómo derrotar política o moralmente al presidente, incluso al denostar a su adolescente hijo por su imagen. Los dirigentes del PAN y del PRI andan perdidos, incluso no tardan en rebelarse los panistas contra Marko Cortes, como está pasando en el PRI.

La salida de Alito no será suficiente para que el PRI recupere el terreno electoral perdido en las últimas elecciones. La salvación del partido está en sus militantes y su capacidad de autocrítica, pero sobre todo en el surgimiento de liderazgos emergentes. El grupo de notables llega tarde y sin fuerza política real por eso Alejandro Moreno los reta a ir al Consejo Político del Partido que aún tiene bajo control. No son los exdirigentes la opción porque son parte del problema. Si Jesús Reyes Heroles viviera los excomulgaría.

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