La confianza, un bien escaso

Por: Thomas Karig

Confiar es difícil. Saber en quién confiar, incluso más (Maria V. Snyder)

La empresa consultora en comunicación Edelman acaba de publicar el “Barómetro de la Confianza”, en su edición numero 22. Edelman entrevista a más de 30.000 personas en 27 países del mundo con un nivel de detalle bastante profundo, sobre la confianza que éstas tienen en las instituciones de sus países para resolver los asuntos que más apremian. La continuidad de este trabajo durante 22 años permite establecer tendencias y comparativos.

El resultado global de la edición 2022, en cuanto al nivel general de confianza de la población, pone a China en el primer lugar, con un índice de 83 puntos de 100, y una mejora sustancial de 11 puntos contra el año 2021. México se encuentra en una posición neutral con 59 puntos, sin cambio contra el año anterior. Llama mucho la atención el resultado para Alemania, que de 53 puntos cayó a 46 en 2022, en una zona de desconfianza generalizada. También los Estados Unidos cayeron, de 48 a 43 puntos. El último lugar lo ocupa, como en años pasados, Rusia con 32 puntos. Entre Estados Unidos y Rusia están solamente Japón (40) y Corea del Sur (42).

Los cambios de un año a otro seguramente en parte responden al manejo y al nivel de controversia que en cada país tuvo la pandemia, tanto en sentido positivo para China como en el negativo para Estados Unidos y Alemania. Destacala posición estable de México, también porque lo coloca mejor que otros países latinoamericanos como Brasil (51), Colombia (48) o Argentina (45).

Nuevamente en esta edición, se afianza la respuesta de que la institución que más confianza le merece al ciudadano es la organización para la que trabaja: su empleador. Las evaluaciones más altas en este sentido (85 y más) se dan en Indonesia, India, China y México. Aun en Alemania y Rusia llegan a estar arriba de 70. En lacola está Corea del Sur con 53.

Ya cuando se pregunta por otras instituciones como son el empresariado en general, los medios de comunicación y las ONG’s, la tendencia es muy parecida al resultado general mencionado arriba: China al frente, México en medio, y Alemania, Estados Unidos y Rusia en la cola.

Las peores notas obviamente son para los gobiernos, con notas de desconfianza (debajo de 50) en 16 de los 27 países. Aquí si, México está en zona roja (43), junto con Alemania (47). Y hasta abajo no está Rusia, sino Argentina con un abominable 22.

Si el nivel de confianza de la población es un parámetro para el potencial de evolución positiva de una sociedad, los chinos parecen imparables. Por el otro lado, a las democracias occidentales desarrolladas, Estados Unidos y Alemania por delante, les augura un futuro incierto, por decir lo menos. Lo mismo aplica a Japón y Cores del Sur. Rusia sin duda tiene un problema de fondo, lo cual también explica los desplantes de su gobierno. México y otras economías emergentes como Kenya, Tailandia y Malasia presentan, en contraste, un ambiente relativamente positivo.

Resalta, en todo esto, la confianza que la gente deposita en sus empleadores, o sea, en los empresarios. Responder a esta confianza con una gestión responsable del negocio, tomando en cuenta las necesidades de todos los grupos de interés empezando por los propios colaboradores, se vuelve obligado para el empresario. La herramienta para lograr esto en forma consistente, eficiente y efectiva, se llama ESG: la responsabilidad Ecológica y Social, así como la buena Gobernanza empresarial. Este es el nuevo paradigma de la gestión empresarial, englobando los conceptos tradicionales de la responsabilidad social, el desarrollo sostenible y por supuesto, el rendimiento para el accionista.

(fuente: edelman.com)

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