La Fiesta Brava

Ya sean bureles, novillos u otros ejemplares con cuernos, las corridas se caracterizan por la lidia, es decir, el arte de sacrificar a los astados y, en el mejor de los casos, indultarlos.

Así, en esta temporada 2023, el cartel que ofrece la plaza no puede ser menos esplendido para el propietario del rancho “La Chingada” que optó por enviar a Académica y Ministro, como sus principales ejemplares y, en menor medida a Tabasqueño, Zacatecano, Ecologista y Changoleón.

Los dos primeros serán como que los ejemplares estelares, aunque en la Plaza de Las Corcholatas ya se sabe que el ejemplar indultado será Académica y, que los demás serán sacrificados en aras de la transformación.

Y, en la plaza de enfrente, convertida hoy en oposición, la Señora X se ahorró la corrida y de plano ni subieron a Tlaxcalteca, quien, por cierto, en sus corrales, ha pasado a la historia por ser la que más kilómetros de carreteras construyó para beneplácito de los oriundos que apenas y hace unos años conocieron en vivo y en directo las escaleras eléctricas.

Decía un amigo de fueras que si quería uno viajar al futuro desde Puebla fuera a la Ciudad de México y si se trataba de ir al pasado a Tlaxcala.  

La Señora X, la Ingeniera o la Taparrosca, para sus cuates, irá con la Corcholata del Dueño de La Chingada, o sea, Académica, en una última fiesta que no crea demasiadas expectativas, pues el actual dueño del corral sabe de todas las mañas revolucionarias y transformadoras que fue mamando desde que optó por agarrarse a Madrazos con un burel que le daba por cortar carrera y colarse al final de la foto.

Hecho en las curtidurías y los platanares, el Dueño de La Chingada sabe que para que Académica le gane a Ingeniera, él prefiere llamarle Señora X, tendrá que echar mano de otras plazas de toros, vaquillas y bureles, en especial en los estados donde hay más afición taurina.

Cabe señalar que, durante la pasada Fiesta Brava, el padrón de taurófilos computaba un total de 77.7 millones de votos y la elección se definió con 49 millones , equivalentes al 63% del total del padrón.

Tabasco, Yucatán, Campeche, Chiapas y la Ciudad de México fueron los estados que concentraron en aquel momento el más alto índice de participación, es decir, fueron las entidades en las que más aficionados salieron a votar.

Sin embargo, Estado de México, Ciudad de México, Jalisco, Veracruz y Puebla serán en este 2024 las plazas clave, por lo que la definición de gobernantes en esos cosos taurinos también lo es.

Los redondeles, o circos, como también los conocen algunos cronistas de la Fiesta Brava saben que Profesora ya tiene el control de EdoMex, y que en otros nueve ruedos se definirá la suerte de la transformación.

Y que, de esos cosos, los de mayor número de villamelones que están a la espera de conocer los ejemplares guardados en los toriles son, Ciudad de México, Chiapas, Jalisco, Veracruz y Puebla, mientras que, en menor medida Guanajuato, Morelos, Tabasco, Yucatán.

Por cierto, hablando de taurófilos que disfrutaron de las tardes de la México están Gabriel García Márquez, él mismo que pedía los bisteces de res fiados cuando escribía su obra más famosa, “Cien Años de Soledad”.

Algunos antitaurinos dicen que los toros son de derechas, pero, en dado caso, espectáculos más “fifi” como la formula 1 que siguen promoviendo los 4teistas lo serían más.

En fin, para el caso de esta crónica hay que esperar que la quinta corrida de la tarde de septiembre, la de Puebla, sea tan ejemplar como las del redondel vecino de la Avenida Juárez, que al paso de los años se convirtió en tienda de auto servicio.

Izucareño, el primo pobre; Nachito, el primo rico de Tecamachalco; Inmobiliaria, la copropietaria de la ínsula al lado del río que huele feo; Encuestadora, la que por accidente del destino se convirtió en primera munícipe (en realidad segunda tras Tlaxcalteca) de la tercera ciudad más antigua de Puebla; Primo o Zinacatepeño, que optó por arrimarse a la sombra de Académica, y Doctor, que de plano está en el limbo forman parte de los corrales bajo el actual cuidado del Rey Salomón.

Mientras, en las ganaderías de enfrente, apunten a Libanés y Tlaxcalteca por los tricolores, el Acolito del Yunque, Música y PSIsta por los azules. Por cierto, para distinguir a los ejemplares taurinos, a Libanés le podríamos poner también Exbanquero o Oaxaqueño por el origen de su dinastía, mientras que, a otro Libanés dejarlo en Pepe, aunque este último ejemplar parece que iría como toro de lidia sin colores, por aquello del latín “Taurus” (toro) y “litigāre” (lidia) que hace referencia a luchar.

Así, en este rincón taurino (con permiso de los familiares de Don Chucho Cruz, aquel fotógrafo presidencial fanático de los bureles).

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