La renegociación del T-MEC en 2026 y las condiciones arancelarias de nuestros socios comerciales en América del Norte definirán en gran medida el acceso de fabricantes y la configuración de precios en el mercado mexicano en los próximos años de vehículos eléctricos (VE), señaló Moody´s México.
Refirió que el aumento en la demanda de VE crea un desafío para las arrendadoras financieras debido a la incertidumbre de su depreciación, lo que podría llevar a pérdidas en los valores residuales de los arrendamientos.
Ello aunado a que en septiembre concluyó el decreto para exentar el pago de aranceles a vehículos eléctricos nuevos para el transporte de diez o más personas, los vehículos automóviles eléctricos ligeros nuevos y los vehículos automóviles eléctricos nuevos para el transporte de mercancías.
Con ello, a partir del 1 de octubre los fabricantes de automóviles eléctricos beneficiados tendrían que pagar un 20% de arancel para vehículos de transporte de más de diez personas y 15% para vehículos ligeros y de transporte de mercancías.
Así, a pesar de existir inventarios en las distribuidoras el pago de aranceles se vería reflejado en mayores precios y en consecuencia podría desacelerar el crecimiento de la demanda.
Observó que el aumento en la demanda de vehículos eléctricos (VE) crea un desafío para las arrendadoras financieras debido a la incertidumbre de su depreciación, lo que podría llevar a pérdidas en los valores residuales de los arrendamientos.
Estimó que a medida que las empresas de arrendamiento incrementen los contratos de VE en su portafolio, enfrentarán un mayor riesgo de pérdidas o ajustes en los valores residuales, lo que debilitaría su rentabilidad y demandará una mayor cobertura de capital.
Destacó que en los últimos años los factores que se han identificado detrás de la depreciación volátil de los autos eléctricos incluyen: la reducción de precios gracias a mejoras en producción y tecnología, la calidad y durabilidad de las baterías y componentes, y la falta de datos históricos para proyectar la depreciación.
Así, a medida que los clientes comienzan a demandar más VE las arrendadoras enfrentaran mayor presión para incorporar e incrementar su participación de estas unidades en sus carteras, aunque aún no representan porcentajes significativos.
No obstante, el análisis infiere que la creciente demanda puede provocar un aumento rápido en la cuota de los VE en la colocación anual de las carteras de arrendamiento, para adaptar así su oferta de vehículos a la demanda de los clientes.