La aplicación de impuesto de 1% a las remesas, aprobada este viernes en Estados unidos, afectará a cerca de 40 millones de personas, entre titulares de tarjetas de residencia, trabajadores temporales y migrantes en situación irregular, quienes envían recursos en efectivo a través de giros postales y cheques de caja.
Ante la inminente aprobación, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo informó, durante la semana, que su Gobierno activará un mecanismo de reembolso para proteger a las familias receptoras.
De acuerdo con el Banco de México, las familias receptoras de remesas captaron 5 mil 360 millones de dólares en el mes de mayo, lo que significó un descenso anual de 4.6%; de acuerdo a la mandataria, este comportamiento fue resultado de las políticas migratorias de Donald Trump, una vez que el año pasado, antes del inicio de su administración, las remesas registraron una cifra récord de 64mil 745 millones de dólares, equivalente a 3.5% del producto interno bruto.
El secretario de Hacienda, Edgar Amador, explicó que los flujos de recursos que mandan los migrantes ya pagan un impuesto sobre la renta, por lo que añadir este nuevo gravamen "sería una doble tributación", ante ello el gobierno federal envió una carta a congresistas estadounidenses el pasado 13 de mayo, en la que presenta las razones por las que se opone a la iniciativa y una comisión de legisladores mexicanos de distintos partidos políticos viajó a Estados Unidos para reunirse con políticos de ese país, sin embargo ambas acciones no fueron suficientes para eliminar ese concepto del proyecto de presupuesto aprobado en EE.UU.
El apoyo que recibirán los familiares de migrantes que deberán tributar por el envío, se aplicará por medio del uso de la Tarjeta Paisano de la Financiera para el Bienestar, al depositar el dinero, ese 1% será automáticamente reembolsado mediante saldo en la tarjeta, para contar con el beneficio, los connacionales podrán tramitar la tarjeta directamente en los consulados mexicanos en Estados Unidos.