México obtuvo el reconocimiento internacional de los países integrantes de la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT) por lograr el ordenamiento pesquero del atún aleta azul en el Océano Pacífico Oriental (OPO).

La pesca del atún en México es una de las principales industrias o pesquerías, de ahí la responsabilidad de protegerla y defenderla porque es una industria generadora de alimentos, empleos y divisas, destacó la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca).

Durante la reunión anual de la CIAT, efectuada en Bilbao, España, el director general de Planeación, Programación y Evaluación de la Conapesca, Bernardino Muñoz Reséndez, informó que por años la pesquería del atún se había caracterizado por el desorden, ausencia de control y desdén.

En la reunión, representantes de pesca de 21 países analizaron los mecanismos más efectivos de conservación y uso sostenible de los recursos marinos en la pesquería de túnidos y especies capturadas por buques atuneros.

El funcionario de la Conapesca explicó que la presencia de México en la reunión anual de la CIAT es de suma importancia porque los países asistentes defienden la cuota en toneladas de atún que les corresponde pescar en el OPO, una vez establecida la biomasa en la zona.

Es importante señalar que en el OPO toda la pesquería se desarrolla ante la presencia de observadores neutrales y México cuenta con un fideicomiso para que ellos den fe de que los pescadores efectúan una pesca sustentable, refirió.

México aplica rigurosamente reglas de pesca como el uso de redes que permitan proteger al delfín, subrayó el funcionario.

Los observadores constatan y el gobierno mexicano tiene que asistir a estas reuniones a defender el buen desarrollo de la pesquería. “La industria atunera mexicana se ha comportado con una responsabilidad destacable, como se hizo públicamente en la reunión, en cuanto a la mortandad de delfines que prácticamente es de cero”, especificó.

La CIAT es el organismo pesquero regional, responsable de la conservación y ordenación de las pesquerías de atunes y otras especies capturadas por buques atuneros en el OPO, y es responsable de la investigación científica de las poblaciones de atunes, de las que depende la industria atunera.