Ante irregularidades en la operación del Régimen de Incorporación Fiscal (RIF), donde hasta gente reportada como muerta facturaba, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) redujo de 5.3 millones a 3.1 millones de contribuyentes RIF el padrón de ese esquema, previniendo prácticas de usurpación de identidad y otras anomalías.