El director de asuntos corporativos de Provident México, Alejandro Marti, advirtió que el 58 por ciento de adultos no pueden cubrir sus gastos con su ingreso, mientras que 60 por ciento de la población labora en la informalidad, lo que afecta el bienestar financiero, mismo que es comparable al efecto de la satisfacción de trabajo, la satisfacción en las relaciones y salud física combinada.
Al participar en el marco de la semana global sobre dinero (Global Money Week 2022), el ejecutivo de Provident propuso a quienes buscan mantener un patrimonio que inviertan, pero sobre todo, “hacer que alcance a que los instrumentos de ahorro por lo menos igualen a la inflación”, ante todos por la inestabilidad en la economía derivada de las crisis de suministros tanto por pandemia como por la guerra en Ucrania.
Estimó que los precios internacionales de productos agrícolas que se proveen a Europa por Rusia y Ucrania se verán afectados, con presiones en la economía global.
En ese contexto, las tasas de interés van a tener que ofrecer rendimientos positivos, como el caso de los CETES y otros instrumentos, acotó.
En torno a las decisiones de inversión refrendó que se debe de conocer el nivel de riesgo que se está dispuesto a tomar, por ejemplo, en el caso de los fondos de inversión, valorar plazos y rendimientos, así como entender alternativas de mercados de capitales, “invertir en cosas que entendemos y no en las que no entendemos”.
Recalcó que la educación financiera desde la infancia es primordial: “Tenemos contacto con el dinero desde antes que se lleve clases de Matemáticas en la escuela”.
Asimismo, para armar un presupuesto, es necesario diferenciar los diferentes tipos de gastos, fijos como renta o electricidad, básicos como alimentos, transporte, ropa, teléfono celular, seguros, pago de deudas y créditos, así como no esenciales como comida en restaurantes, consumo de chatarra, conciertos o servicios de streaming.
Expuso su preocupación porqué sólo 32 por ciento cuenta con herramientas de educación financiera, menos del 10% ha tomado cursos de educación financiera, además de que un gran sector de la sociedad carece de historial crediticio o es deficiente.
Aún más, el 25 por ciento de las personas no conocen el concepto de riesgo, mientras que sólo 35 por ciento hace presupuesto.
Comentó que la educación financiera también debe partir de valores como la honestidad, respeto, responsabilidad, transparencia y justicia, que deben acompañar el comportamiento para hacer lo correcto, “donde te vean o no hay que hacer lo correcto”, puntualizó.