El USMCA con impacto negativo en industria automotriz: S&P Global

Mauricio García León / Urbemotor

Standard & Poors Global Corporate Ratings espera un impacto moderadamente negativo (aunque manejable) en la rentabilidad de la industria automotriz -fabricantes de automóviles y proveedores-, aunque estimó son capaces de soportar los costos para reorganizar la cadena de suministro.

Esto supone mayores costos de producción, la preservación de la fabricación de componentes clave en los Estados Unidos y Canadá, y salarios más altos para los trabajadores mexicanos, comentó el director general de S&P Global CR, Philip A Baggaley.

En el análisis en torno a la transición del NAFTA al USMCA “pudo haber sido peor”, observó que a largo plazo, esto podría llevar a una mayor presión de margen para General Motors (GM) en relación con Ford, dada la mayor importación de camiones de la compañía desde México.

Mientras, en el caso de Volkswagen A.G., es el que más confía en la exportación de vehículos desde México a los Estados Unidos, en tanto que GM, Renault-Nissan-Mitsubishi y Fiat Chrysler dependen menos pero aún de manera significativa de las exportaciones mexicanas.

El analista de S&P refiere que el riesgo para los fabricantes de automóviles que exportan desde México también dependerá de si sus operaciones allí ya cumplen con el contenido propuesto y las reglas salariales.

Por ejemplo, la mayoría de los fabricantes de automóviles europeos y asiáticos dependen significativamente de los motores y componentes importados desde el extranjero, detalló.

“Creemos que estos requisitos aumentarán los costos de fabricación y los precios de los vehículos con el tiempo, pero el efecto variará entre los fabricantes de automóviles, dependiendo de cuánto exportan vehículos de México a los Estados Unidos y las características de sus operaciones y cadena de suministro mexicanas”, refirió.

En todos los casos, los analistas de S&P consideran que los proveedores de automóviles mexicanos calificados están bien posicionados para seguir siendo altamente competitivos, y esperan que cualquier costo adicional para cumplir con las nuevas reglas comerciales no erosione los márgenes actuales.

Asimismo, en el futuro, las ventajas competitivas deben permanecer, impulsadas por un alto nivel de mano de obra calificada y tecnología de alto nivel para ayudar a cumplir con los estándares de calidad y seguridad de los fabricantes de automóviles, mientras que la proximidad geográfica al mercado de los Estados Unidos continuará beneficiando las actividades logísticas.

Cabe recordar que México y Canadá son dos de los mayores exportadores de vehículos a los Estados Unidos y las negociaciones comerciales (especialmente con México) se centraron en esta industria.

El consultor de la industria LMC Automotive Ltd. pronostica que México representará el 32% del total de las importaciones de vehículos livianos en los Estados Unidos, es decir la participación principal en este 2018, mientras Canadá el 20 por ciento, la tercera más grande detrás de Japón que suma 23 por ciento.

Los límites en el número de vehículos importados de México y Canadá no deberían tener efectos materiales a corto plazo, ya que los máximos (2.6 millones de autos y SUV, pero no pickups o camiones pesados) son aproximadamente un 40 a 50 por ciento más altos que los niveles actuales, refiere el análisis de S&P Global.

El documento de S&P Global destaca que el acuerdo protege las exportaciones de vehículos canadienses y mexicanos a los Estados Unidos hasta los niveles máximos, frente a posibles aranceles de automóviles futuros que impongan los norteamericanos (como el arancel amenazado del 25% que podría afectar las importaciones de otros países a nivel mundial).

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