Coparmex presume inclusión de capítulos ambiental y laboral en nuevo Acuerdo

La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), se congratuló por la inclusión de “temas de naturaleza progresista” en el nuevo Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá de Comercio como el laboral y ambiental, así como un capítulo Anticorrupción, que rebasa los estándares alcanzados en el Tratado del Pacífico.

Incluso, consideró, ese capítulo es uno de los más ambiciosos que se tienen en cualquier convenio internacional, también sujeto a solución de controversias y sanciones comerciales.

Mientras, en el capítulo laboral y el ambiental se busca que México cumpla con los compromisos laborales y ambientales existentes, tanto de la Organización Internacional del Trabajo, como en materia ambiental internacional.

En un comunicado, el Sindicato Patronal presume que jugó un papel clave en impulsar un capítulo anticorrupción robusto, que incluye entre sus cláusulas la tipificación de diversos delitos como el enriquecimiento ilícito y la malversación de fondos.

Se incluyen también programas de compliance y códigos de ética para empresas, así como temas de cooperación entre autoridades de los tres países al respecto.

Refiere que si  bien aún falta la aprobación del texto por el siguiente Congreso estadunidense en el 2019, así como la aprobación por el nuevo Congreso mexicano y el de Canadá, se dio un intenso diálogo por parte de los equipos negociadores con “avances que estamos seguros traerán un gran beneficio para la economía regional, particularmente para el mercado mexicano”.

Refrendó que ante la amenaza de Estados Unidos de desaparecer les mecanismos de solución de controversias del Tratado en su totalidad, nuestro gobierno negociador hizo un esfuerzo para preservar el mecanismo de controversia Estado-Estado, capítulo 20, que permanece inalterado con respecto al NAFTA original.

En el capítulo 11, se preservan todos los esquemas de solución de controversias en los sectores más importantes para las inversiones que recibe México dentro de los flujos internacionales.

Asimismo, se logró conservar el capítulo 19, a pesar de que el gobierno de Estados Unidos buscaba eliminarlo por completo y bajar de la mesa la amenaza de casos contra investigaciones dumping o de subsidios, para productos agrícolas frescos, algo que se llegó a nombrar como un Concepto de Estacionalidad.

En paralelo, nuestros negociadores lograron conservar nuestra capacidad de defensa frente a acciones discrecionales bajo el mecanismo de Exclusión de Salvaguardas Globales.

Ese mismo mecanismo permitió a México defenderse de tarifas impuestas bajo la sección 232, con el argumento de seguridad nacional, como fue el caso en el acero y aluminio.

Además, se logró eliminar la llamada cláusula de extinción, y sustituirla por un mecanismo de revisión de impacto sexenal –con un desfase respecto a periodos presidenciales en cualquiera de los países involucrados- y que incluya una renovación del Tratado cada 16 años.

En materia energética, se reprodujeron los principios constitucionales mandatados por el Legislativo mexicano, manteniendo la soberanía del sector energético y la propiedad de los mexicanos de los recursos de este mismo sector.

La inclusión netamente favorable de un capítulo sobre pequeñas, medianas y microempresas, mecanismos de cooperación, mecanismos de intercambio de mejores prácticas, mecanismos para desarrollar incubadoras y aceleradoras de emprendedores y de PyMES, fueron otro de los logros, conforme el análisis de la Coparmex.

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