TLCAN si genera ventajas para industria automotriz en México

El acuerdo comercial entre México y Estados Unidos es positivo pero no el idóneo para las economías de ambos países, sobre todo en el caso mexicano, considerando que un escenario alternativo y probable podría haber sido la imposición de un arancel de 25 por ciento a las importaciones de automóviles mexicanos o la cancelación del TLCAN.

Ello en contraste con la tasa de 2.5 por ciento que no restará competitividad por el comportamiento de la paridad cambiaria, señalaron analistas de BBVA Bancomer Research.

Los mismos, resaltaron la urgencia de una negociación de México con su principal socio comercial, al cual se destinan el 80 por ciento de sus exportaciones y del que se recibe casi la mitad de la inversión extranjera directa.

Los analistas de BBVA, Carlos Serrano, Javier Amador, Iván Martínez, Arnulfo Rodríguez y Saidé Salazar, explicaron en torno a los acuerdos alcanzados en el sector automotriz que son positivos ya que el mayor requisito de contenido regional podría, en el mediano plazo, significar un mayor valor agregado mexicano en el sector.

Asimismo, en el sector de autopartes existe espacio para que, aun con un aumento de los salarios a niveles de 16 dólares la hora, muchas empresas puedan seguir siendo competitivas, lo cual resultaría en mejoras laborales para los trabajadores mexicanos.

Además, en el caso de vehículos ligeros y autopartes, para aquellas empresas que no cumplan con las reglas de origen, podrán exportar a Estados Unidos con un arancel de 2.5 por ciento.

En la práctica, considerando la depreciación real que ha experimentado el peso, el sector sería más competitivo de lo que era hace un par de años aun enfrentando este arancel.

Sin embargo, para el caso de los camiones ligeros, puede darse una afectación importante ya que estos vehículos enfrentarían un arancel del 25 por ciento en caso de no cumplir con la regla de origen.

Los analistas de BBVA Bancomer estimaron que en materia de resolución de controversias, la eliminación del mecanismo vigente en el TLCAN representa un riesgo para la economía mexicana, dada la ausencia de una instancia imparcial que dirima las disputas entre los particulares y el gobierno norteamericano.

El hecho de haber incluido al sector energético en el acuerdo es positivo, ya que refuerza la reforma energética lo cual significará, como hemos mencionado en otras ocasiones, un mayor ritmo de inversión y de creación de empleos, añadieron.

“Si bien Canadá no es parte del acuerdo, hay que recordar que México y Canadá contarán en cualquier caso con un acuerdo comercial moderno y adecuado en el marco del TPP del que ambos países forman parte. Sin embargo, el acuerdo hoy anunciado sería más potente y benéfico tanto para México como para Estados Unidos si Canadá se suma al mismo”, concluyeron.

Refirieron que es positivo también que el sector agrícola permanezca abierto. Esto minimizará la posibilidad de que alguno de los dos países imponga subsidios en el sector, lo cual resultaría en distorsiones y pérdidas en eficiencia.

Tomando en cuenta que se trata de un acuerdo preliminar, el anuncio del acuerdo comercial es favorable para México, sobre todo considerando la alternativa, comentaron.

Concluyeron que en un contexto en que la mayoría de las economías del mundo enfrentan un alto grado de incertidumbre en su relación comercial con Estados Unidos es positivo que se haya eliminado esta fuente de incertidumbre, por lo que ahora habrá que esperar la aprobación de los congresos de los países firmantes para poder cuantificar con certeza los beneficios en el mediano y largo plazo.

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