De cara al Día Internacional de la Mujer, por cada mujer empresaria hay 53 inmersas en el mercado laboral en Puebla, 29.5 asalariadas y 19.8 que laboran en el sector informal de la economía.
En Puebla el 55 por ciento de las mujeres insertas en el mercado laboral tienen ingresos inferiores a los dos salarios mínimos, es decir, su ingreso les resulta insuficiente para adquirir la canasta básica alimentaria y no alimentaria.
De hecho, 465 mil mujeres insertas en el mercado laboral trabajan por cuenta propia o en empleos no remunerados, mientras que solamente 20 mil 687 son empresarias o empleadoras.
Cerca de 618 mil féminas tienen ingresos inferiores a dos salarios mínimos, mientras que 18 mil 359 reportarían percepciones de cinco o más mini salarios, conforme los indicadores estratégicos de ocupación y empleo de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social.
Dicho de otra forma, de un millón 111 mil 241 mujeres en los mercados laborales de Puebla, el 26.9 por ciento gana el salario mínimo o menos y sólo 1.6 por ciento ingresa cinco o más.
Cuatro de cada cinco carecen de acceso a servicios de salud a través de su trabajo, el 37 por ciento labora en el sector informal de la economía.
En el último año tres de cada 100 mujeres empresarias dejaron de serlo. En contraste, repuntó en cerca del cinco por ciento el número de asalariadas.
La buena noticia es que hay 12.5 por ciento menos mujeres desempleadas que hace un año; sin embargo, de las cerca de 24 mil que se sumaron al mercado laboral, el 47 por ciento carece de acceso al sector salud.
En Puebla suman más de un millón 111 mil mujeres ocupadas, de las cuales sólo 612mil tienen percepciones salariales y más de 617 mil tienen ingresos inferiores a la línea de bienestar.
El 75 por ciento de las mujeres se encuentran en la informalidad laboral y 36.9 por ciento se ocupan en el sector informal de la economía.
En Puebla suman 20 mil 687 mujeres empresarias que son empleadoras, en contraste con 112 mil hombres en esa condición.
Adicionalmente, las mujeres trabajan en promedio 45 horas a la semana en el mercado laboral, pero se estima que en actividades domésticas invierten entre 26 y 45 horas más en los siete días que integran la semana.
