El Fondo Monetario Internacional estimó para México un crecimiento del 1.5% en el PIB, desde el estimado que tenían en enero, cuando esperaban un avance de 2.7 por ciento.
Los expertos del FMI encontraron la evidencia de una economía desacelerada por la restricción monetaria y afectada también por un “socavado entorno empresarial que compromete la previsibilidad del estado de derecho”.
Por otra parte, el Monitor Fiscal del FMI refiere que "la inflación se está moderando y se espera que los bancos centrales relajen su política monetaria, así que las economías están en mejores condiciones para absorber el efecto económico del endurecimiento de la política fiscal".
Asimismo sugiere fijar el tamaño de la deuda, con un ajuste fiscal acumulado de 3,0%–4,5% del PIB, en promedio, para que la probabilidad de estabilizar o reducir la deuda sea alta: un diseño cuidadoso del ajuste fiscal puede evitar que los países caigan en un período prolongado de crecimiento anémico, advierte.
Además, postula un ajuste fiscal gradual pero sostenido para lograr un equilibrio entre contener las vulnerabilidades de la deuda y preservar la fuerza de la demanda privada. Una consolidación acelerada requeriría también subidas de las tasas impositivas inviables desde el punto de vista político,
También postula recortes del gasto, reforzar la credibilidad y la gobernanza fiscal.