El PIB en Estados Unidos aumentó en 2.8% Trimestral en el tercer trimestre con respecto al mismo periodo del 2023,  nivel inferior al 3.0 por ciento TaT del trimestre previo.

Aunque el dinamismo general de la economía no parece muy diferente al del mes previo, se nota un cambio importante en los subcomponentes.

El gasto personal en consumo se vio fortalecido este trimestre: pasó de crecer 2.8% a 3.7% TaT a tasa anual (su crecimiento más acelerado desde el 1T23).

El gasto en servicios creció marginalmente debajo de lo observado el trimestre anterior; la mejora vino de gasto en consumo de bienes (tanto de durables como no durables).

En contraste, la desaceleración en el crecimiento vino principalmente de Inversión, que se desaceleró de 8.3% TaT a tasa anual a 0.3 por ciento.

La inversión fija se desaceleró de 2.3% a 1.3%, debido principalmente a Inversión residencial.

La desaceleración de inversión se debió a la inversión en inventarios, que pasó de contribuir con 1.05% del crecimiento del PIB a hacerlo con -0.17 por ciento.

El comercio con el exterior tuvo una contribución negativa al PIB (-0.56%), pero menor a la del trimestre previo (-0.9%).

El deflactor implícito del PIB fue 1.8%, debajo del 2.5% del trimestre previo, lo que indica pocas presiones inflacionarias este trimestre; una señal positiva para la Fed.

Aunque el crecimiento fue menor, gran parte de la diferencia se debió a la inversión en inventarios. La aceleración en gasto de consumo podría indicar que la economía, de hecho, está más fuerte que el trimestre previo, aunque se debe reconocer la desaceleración en inversión fija.

La economía estadounidense no da señales de un deterioro inminente.