El gobierno del presidente de México, Enrique Peña Nieto, gastó en el periodo 2013-2018 más de lo presupuestado luego de que registró ingresos excedentes por dos billones 338 mil millones de pesos.

De acuerdo con un análisis elaborado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), la administración de Peña estimó ejercer 20.7 billones de pesos cuando en realidad erogó 22.5 billones de pesos, es decir, 9 por ciento más.

“Este excedente equivale al saldo de la deuda conjunta de Pemex y CFE. Las variaciones en los montos recaudados del sexenio anterior reflejan una deficiente estimación de los ingresos y en algunos casos el uso discrecional de los mismos”, resaltó el IMCO.

Según las prácticas internacionales, una variación aceptable entre el gasto presupuestado y el real es de cinco por ciento; sin embargo, en el sexenio anterior, los presupuestos de egresos aprobados por la Cámara de Diputados no fueron confiables, pues las cuentas públicas no reflejan lo autorizado por los legisladores.

“N existió un contrapeso efectivo al Poder Ejecutivo que revisara las variaciones al presupuesto y las ampliaciones al gasto”, resalta el análisis.