Una de las prioridades del nuevo gobierno es el crecimiento, desarrollo inclusivo y sacar a un mayor número de mexicanos del rezago, consideró Adolfo Loera, director general de Biometría Aplicada -empresa especializada en el desarrollo de soluciones de seguridad biométrica-.

En el contexto del gobierno que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, consideró que México está obligado a apostar por la economía del conocimiento como un complemento a la economía tradicional -sustentada por las actividades primarias (agricultura, ganadería y minería) y las manufacturas-, no sólo para lograr ser competitivo a nivel mundial, ya que será este el paradigma económico el que rija al planeta en el futuro, sino también para desarrollar tecnología que permita llevar productos y servicios a los más vulnerables a menores costos y de manera expedita.

Explicó que como economía del conocimiento se debe entender un sistema basado en el procesamiento de información para desarrollar herramientas que generen valor y riqueza a los bienes y servicios que se producen dentro de la sociedad que la aplica.

Una publicación de Economíahoy, refiere que el primer impacto que tiene la economía del conocimiento es sobre la economía tradicional, ya que da más valor a los bienes producidos, y recalcó que no debe verse como un proceso evolutivo excluyente, sino enriquecedor, que desarrolla herramientas para extraer más riqueza en la naturaleza de manera racionalizada y sustentable, y a costos muchos más asequibles para que se puedan ofertar productos con precios muchos más accesibles para el grueso de la población.

El experto indicó que el desarrollo de la economía del conocimiento está sustentada en tres grandes pilares, inteligencia artificial, sistemas móviles y la cadena de bloques (blockchain), que serán la base de la fabricación aditiva, plataformas digitales, nanotecnología, internet de las cosas, ciberseguridad, realidad aumentada, análisis de datos y sistemas de integración vertical; y recalcó que para que un país pueda avanzar en la materia, debe existir una sinergia entre las políticas públicas, la iniciativa privada y las instituciones de educación.

Loera destacó la importancia de impulsar un sistema que otorgue una identidad digital a los mexicanos, la base para que un gobierno tenga identificada la totalidad de su población, sobre todo la ubicada en zonas aisladas y marginadas, y pueda desarrollar políticas sociales que realmente beneficien a quienes más lo necesitan.

Para ello es necesario un acercamiento entre ambos sectores para que se definan los requerimientos del talento que demanda el sector empresarial y se hagan una renovación profunda en los planes de estudio.

Para Rodrigo Assael, director y fundador de Pinion Education, la transformación hacia una economía del conocimiento debe gestarse desde la infancia, cuando se puede dotar a los estudiantes de las habilidades que requerirán para ser competitivos en el futuro laboral, que sean capaces de resolver problemas que aún no existen y pasen de ser sólo consumidores de tecnología a creadores de ésta.

"Si no fomentamos esa transformación, vamos a tener serias dificultades para cubrir plazas laborales clave en un futuro, altísimos grados de desempleo y crisis económicas, pues el tipo de trabajo que antes hacíamos los humanos, hoy ya lo hacen las máquinas", comentó.