El Pulso de la Industria / El cambio es la constante…ahora también en el clima

Por: Thomas Karig

Desde hace muchos años los gurus del management nos han predicado que la única constante es el cambio, que las empresas tienen que aprender a vivir con la incertidumbre, y ser capaces de reaccionar en forma ágil y efectiva a los cambios del entorno.

Como seres humanos, en realidad lo que anhelamos es la estabilidad, que las cosas sigan como están, y que no nos tengamos que preocupar del futuro. Lamentablemente, las cosas no son así. Y lo son cada vez menos, tanto en los temas económicos, político-comerciales, y también tecnológicos. Sin duda muchos políticos se han aprovechado de esto con falsas promesas de que las cosas volverán a ser como antes, cuando lo único seguro es que eso no va a suceder.

En ningún tema es más evidente esa esquizofrenia que en el cambio climático. Los datos científicos son incuestionables, y las consecuencias de no tomar acciones decididas son cada vez más amenazadoras. Pero muchos políticos parecen estar paralizados por el aparente conflicto entre el costo de combatir las causas (que es inmediato), y las consecuencias de no hacerlo, si bien son catastróficas, se presume que sucederían en algún futuro más o menos lejano.

En días recientes, las Naciones Unidas convocaron a una Cumbre Climática a Nueva York, dada la urgencia del tema y esperando reforzar los Acuerdos de Paris del 2015. Aunque las declaraciones de estas reuniones no tuvieron mucho eco mediático, porque se vieron opacados por el teatro alrededor de los señores Trump y Johnson, si hubo algunos datos notables.

77 países se comprometieron a lograr emisiones cero para 2050, igual que 102 ciudades y 10 regiones que incluyen algunas de los Estados Unidos. Positivas también las participaciones de China e incluso de Rusia. Ausentes estuvieron por supuesto los Estados Unidos y lamentablemente también México, cuando otros países latinoamericanos como Chile y Colombia se manifestaron con gran claridad y decisión.

Y además, 87 empresas globales se adhirieron a la iniciativa “Business Ambition for 1.5°C”, el compromiso empresarial por limitar el calentamiento a 1.5°C.

Las empresas, en todo el mundo y en todos los sectores, deben agregar el factor cambio climático a sus estrategias y su gestión de riesgos. Los fenómenos climáticos pueden afectar a las cadenas de suministro, a nuestros clientes, y por supuesto a nuestras propias instalaciones e inmuebles.

Y el descarbonizar nuestras operaciones se va a convertir en algo que nuestros clientes esperan de una empresa responsable. Si actuamos pronto, y en forma preventiva, no solamente vamos a proteger los activos de nuestra empresa, sino asegurar nuestra competitividad en el futuro.

Y lo más importante: vamos a poner nuestro grano de arena en esta gran batalla que la humanidad tiene que enfrentar.

Greta Thunberg, la líder de los jóvenes que reclaman acción contra el cambio climático les dijo a los gobiernos reunidos en Nueva York: “No vamos a permitir que sigan solo hablando, y no actuando.”

Esa exigencia es para todos.

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