Guillermo Malpica Soto *
Una manera de definir el éxito es como el punto donde se encuentran la preparación y la oportunidad. Lo mismo podríamos decir del éxito a nivel país, del desempeño económico asociado con un concepto que no es muy preciso pero que ha ganado aceptación popular: el nearshoring.
Este fenómeno, que consiste en acercar las cadenas de suministro a los principales mercados, ha colocado a México en una posición privilegiada para beneficiarse de un cambio global en las estrategias de producción. Sin embargo, a pesar de las oportunidades, el país no parece estar aprovechando todo su potencial.
¿Está México aprovechando la oportunidad del nearshoring? Para contestar esa pregunta habría que aclarar primero el concepto. Podemos definir nearshoring como la tendencia de acortar geográficamente las cadenas de suministro a través de inversión extranjera directa (IED) en lugares que sean más cercanos al lugar de consumo. En otras palabras, se pasó de una globalización a través el off-shoring a una regionalización como consecuencia del nearshoring, pero también hay tendencias geopolíticas que apuntan al re-shoring (como Estados Unidos con su próximo Presidente) y se habla también de variaciones del nearshoring como el friend-shoring o ally-shoring.
Lo cierto es que el nearshoring resulta en una redistribución de las fábricas, especialmente hacia economías emergentes, para reducir tiempos y costos asociados con la logística global. A nivel global, el nearshoring ha sido visto como una solución a la fragilidad de las cadenas de suministro que se evidenció durante la pandemia, la guerra en Ucrania y la guerra comercial entre Estados Unidos y China.
Algunos estudios muestran que, para el mercado de Estados Unidos, el lugar con mayor potencial para aprovechar el nearshoring es México. Esto, porque además de compartir 3 mil kilómetros de frontera, tenemos más de tres décadas de una muy dinámica relación comercial facilitada primero por el TLCAN y desde 2020 por su sucesor, el TMEC.
Además de su definición variable, es importante considerar que no hay una manera internacionalmente aceptada para medir el nearshoring. Existen diferentes formas de evaluar su impacto, desde la creación de empleos directos e indirectos hasta el incremento de inversiones en sectores clave como la manufactura, la tecnología y la automotriz.
Sin embargo, la metodología para cuantificar la IED en un país determinado normalmente no distingue cuánto de esa IED llega como resultado de esta tendencia reciente y cuánto llega por otros factores estructurales de largo plazo. os resultados a menudo dependen de la capacidad de los países para proporcionar infraestructura, mano de obra calificada y un marco legal estable que atraiga la inversión extranjera directa.
Salvando estas discusiones teóricas y metodológicas, México parece no estar aprovechando este fenómeno en el que tiene la mejor oportunidad con respecto a otros países del mundo por varias razones: la falta de inversiones en infraestructura, los altos costos de la energía, la inseguridad y falta de certidumbre jurídica al hacer negocios son algunas de ellas.
¿Qué necesita el país para sacar el máximo provecho del nearshoring? En primer lugar, requiere un entorno más favorable para los negocios, coordinación de incentivos a diferentes niveles de gobierno, un sistema educativo flexible y acorde a las necesidades de una producción internacional con altos estándares de calidad. En segundo lugar, se necesita un plan de infraestructura moderna que conecte las zonas industriales con los principales puertos y puntos de consumo en Estados Unidos.
La paradoja del nearshoring es que, aunque el país tiene todas las condiciones para ser un líder regional en este fenómeno, las carencias estructurales y las decisiones políticas de corto plazo están limitando su potencial. Si no se toman medidas inmediatas, México podría perder la oportunidad de consolidarse como el principal destino para el nearshoring con respecto a Estados Unidos.
* Guillermo Malpica Soto es Director Ejecutivo de Alianza In México e integrante del Cuarto de Junto del T-MEC.
Las opiniones presentadas aquí son a título personal.
Correo personal: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
X: @gmalpicasoto