El deseo de un beso a los 16 años
Adela Ramírez
Ludwig Van Beethoven dijo que “la música es una mayor revelación que toda la sabiduría y la filosofía”, en efecto la música es el arte que nos relata o nos recuerda una historia, que además puede coincidir con nuestras propias historias de vida.
Una de esas historias, hecha canción es una que conmovió al mundo entero y se convirtió en una melodía de esperanza, en medio de la Segunda Guerra Mundial.
La pieza, fue escrita por una joven que tocaba el piano clásico desde los 4 años.
El tema habla de una adolescente de tan solo 16 años, que suplicaba que la besaran y su miedo por ya no tener a su amado “perderte después”; la canción relata su necesidad por tenerlo cerca; la desesperación de tener una “última vez” para verse en sus ojos; con la incertidumbre de saber si al otro día estarían separados “muy lejos de ti”.
El deseo de conocer el amor y su primer beso, así como un talento innato y la disciplina de 8 horas diarias al piano, hicieron posible que esta joven llamada Consuelo Velázquez dejara al mundo una canción que se volvió épica.
“Bésame Mucho”, fue inspirada en algunas notas del tema La Maja y El Ruiseñor, de Enrique Granados, y llegó para convertirse en el himno del amor.
En 1996 el tema fue la canción en español más versionada de la historia, y para muchos considerada la canción del siglo XX.
La obra fue un éxito rotundo en nuestro país, escaló de la radio al cine con la película del mismo nombre. Lo anterior, le permitió emigrar a Estados Unidos; en ese país se colocó y se mantuvo en 1944, por cerca de 23 semanas como la canción número uno en el hit parade, volviendo a aparecer en 1949 como uno de los éxitos más grandes a nivel mundial.
Una de las razones por la cual los norteamericanos llegaron a aceptar esta canción mexicana e impulsar su popularidad fue a raíz de la Segunda Guerra Mundial, al ser utilizada como himno de despedida entre las parejas, cuando los soldados partían a la guerra.
La melodía se escuchaba entre las tropas de los soldados estadounidenses y de los europeos también, se dice que en Londres servía para acallar los fuertes bombardeos de la guerra.
Los acordes de una romántica petición y las partituras de Consuelo Velázquez Torres, oriunda de Ciudad Guzmán, Jalisco, prevalecieron aún en medio de un bélico capítulo de la historia, entre despedidas eternas de parejas enamoradas y la desesperanza.
El tema ha dado la vuelta al mundo, traspasó barreras y es considerado “el himno del amor”, porque no cabe duda de que la música es un lenguaje universal que mueve y conmueve.