Javier Ruiz Nochebuena *
La Inteligencia Artificial (IA) se ha convertido en un tema de gran interés y debate, generando tanto entusiasmo como preocupación por su impacto en nuestras vidas, trabajos y relaciones.
Según una encuesta realizada por Pew Research en 2022, los estadounidenses que se muestran entusiastas con la IA destacan su potencial para mejorar la vida y la sociedad (31%) y para aumentar la eficiencia (13%). Por otro lado, los más preocupados temen la pérdida de empleos (19%), los riesgos de seguridad y privacidad (16%), y la disminución de la interacción humana (12%).
En el ámbito laboral, las proyecciones son impactantes. Goldman Sachs estimó en 2023 que la IA generativa podría automatizar tareas equivalentes a 300 millones de empleos a tiempo completo en todo el mundo. En la misma línea, el CEO de IBM anticipó que la IA podría eliminar hasta el 30% de ciertos roles administrativos, aunque también creará nuevas oportunidades laborales.
El impacto de la IA se extiende más allá del ámbito laboral. En algunos países, se utiliza para fines de control social, como la detección automatizada de infracciones a códigos de vestimenta. Sin embargo, también ofrece beneficios significativos, como la posibilidad de brindar atención médica accesible y de calidad en áreas remotas, incluyendo cirugías a distancia con mínimo margen de error.
Como señala el filósofo Yuval Noah Harari, el futuro ya no es una simple continuación del pasado. Nos encontramos en un punto de inflexión, un nuevo comienzo con un destino incierto.
En el entorno empresarial, la incertidumbre es palpable. En mis recientes viajes por Sudamérica y México, los empresarios frecuentemente preguntan sobre el futuro del empleo y cómo prepararse para los cambios tecnológicos. Mi respuesta es consistente: debemos mantener una mentalidad abierta y estar atentos tanto a las nuevas tendencias como a las necesidades de nuestros equipos.
La clave está en comprender el panorama tecnológico actual, aprender a utilizar las nuevas herramientas, mantenerse informado y capacitado, y visualizar las posibilidades de aplicación en diversos ámbitos, desde tareas rutinarias hasta procesos de análisis de datos e innovación. El camino está trazado, pero las fórmulas específicas aún están por definirse.
Un ejemplo ilustrativo es la Clínica Mayo en Arizona, que creó el puesto de director de inteligencia artificial, reconociendo la necesidad de coordinar los esfuerzos en este campo. Similarmente, gigantes empresariales como Walmart, Amazon y diversas entidades financieras están creando roles especializados en IA, posiciones que eran inimaginables hace una década.
El mensaje para la sociedad y el mundo empresarial es claro: la IA ha llegado para quedarse. Su desarrollo es imparable y exponencial. Como sociedad, académicos, empresarios y profesionales, debemos entender y evaluar su potencial para no quedar rezagados en esta nueva era.
Como acertadamente se ha dicho, "Los trabajadores necesitan desarrollar competencias para usar exitosamente la automatización, no para ser reemplazados por ella". Este enfoque proactivo y adaptativo será crucial para navegar con éxito en el cambiante panorama empresarial del futuro.
* Experto en Dirección Estratégica, Liderazgo y Excelencia Operativa, ha liderado más de 1000 proyectos en diversos sectores globales, siendo una autoridad reconocida en la transformación empresarial y competitividad en América Latina. CEO de Continuum Consultoría