El sindicato automotriz de Estados Unidos intensificó el martes su huelga mientras 5 mil de sus agremiados abandonaron sus puestos en una fábrica de SUVs de General Motors en Arlington, Texas.

La medida del sindicato United Auto Workers ocurre apenas días después de haber ampliado el paro para incluir a una fábrica de camiones pickup de Stellantis en Sterling Heights, Michigan, al norte de Detroit.

La fábrica en Arlington produce SUVs que están entre los vehículos más rentables de GM, como los Chevrolet Tahoe, GMC Yukon y Cadillac Escalade.

El sindicato indicó que la medida viene apenas horas después de que GM anunció sus más recientes resultados financieros y cuatro días después de que Fain dijo que la oferta más reciente de la compañía no era suficiente.

GM reportó el martes una ganancia neta de poco más de 3 mil millones de dólares en el trimestre, una disminución de 7% con respecto al mismo período del año anterior. Pero la compañía reportó una fuerte demanda y altos precios para sus vehículos.

El presidente del UAW, Shawn Fain, amenazó con declarar más huelgas a fin de presionar a GM, Ford y Stellantis a aumentar sus ofertas salariales.

La CEO de GM, Mary Barra, dijo en teleconferencia el martes en la mañana sobre los más recientes resultados financieros que la compañía ya había realizado una oferta récord y no accedería a un contrato que ponga en peligro el futuro de la empresa.