En riesgo vacunación Covid19 en Unión Europea

La vacuna contra el Covid-19  desarrollada por la farmacéutica anglosueca AstraZeneca se convirtió en un dolor de cabeza para la Unión Europea ante retrasos en la producción y las dudas surgidas en torno a sus efectos secundarios.

De acuerdo con una nota de El País, esta situación amenaza con frustrar la estrategia de la Unión Europea para superar la crisis sanitaria y económica, basada en una rápida campaña de vacunación masiva para lograr a partir de junio una recuperación del sector servicios y una movilidad casi normal.

Un año después de la gran reclusión  se confiaba en ofrecer a la población una señal de alivio sanitario, social y económico.

Sin embargo, la realidad es más dura de lo previsto y todos los objetivos sanitarios y económicos de la Comisión Europea están en el aire tras el tropiezo de las campañas de vacunación en el primer trimestre y el riesgo de nuevos percances en el segundo.

Nicolás González Casares, miembro de la comisión de Industria del Parlamento, una de las encargadas del seguimiento de la estrategia de vacunas, dijo que “si la distribución de dosis no se acelera al comienzo del segundo trimestre, la Comisión afrontará una situación política explosiva, con una ola de contagios al alza, una población cada vez más harta y unos gobiernos que trasladarán la responsabilidad del desastre a Bruselas”.

La comisaria europea de Sanidad, Stella Kyriakides, dijo que “con AstraZeneca ha habido problemas continuos”.

 “Con Pfizer-BioNTech, en cambio, al principio tuvimos dificultades, pero consiguieron aumentar su capacidad de producción y han sido mucho más fiables”, añadió.

 

Bruselas confiaba en la distribución de unos 160 millones de dosis durante el primer trimestre, es decir, suficiente para inyectar las dos dosis necesarias al 22 por ciento de la población adulta europea. Y esperaba una avalancha de dosis en el segundo trimestre, de hasta 380 millones, que permitiría elevar la tasa de vacunación por encima del 60 por ciento.

La inmunización hubiera llegado acompañada de una relajación de las restricciones de movimiento y de las medidas de confinamiento. Y hubiera propiciado este año un rebote del crecimiento económico durante el primer trimestre (ya descartado) y un potente despegue durante el segundo.

Pero el sueño de una rápida recuperación se ha desvanecido y la Unión Europea llega al final del primer trimestre con menos de 70 millones de dosis distribuidas (frente a los 154 millones en EE UU) y solo el 4.2 por ciento de la población con las dos dosis inyectadas de alguna de las vacunas autorizadas hasta ahora (Pfizer-BioNTech, Moderna, AstraZeneca y Janssen).

Durante el primer semestre, AstraZeneca tiene previsto entregar 100 millones de dosis en la UE, es decir, 170 millones menos de lo comprometido. Un total de 85 millones menos de personas que lo esperado (cada vacuna requiere dos dosis).

En Francia, solo el 20 por ciento de la población confía en la vacuna de AstraZeneca, según un sondeo para la cadena de televisión BFMTV realizado tras la suspensión temporal del uso de ese producto. La confianza en la de BioNTech es más del doble.

La caída de AstraZeneca es muy significativa incluso para un país como Francia, donde en febrero, antes de las primeras dudas, solo el 44 por ciento de la población se mostraba dispuesta a vacunarse, frente al 66 por ciento en Italia, el 58 por ciento en España o el 56 por ciento en Alemania.

 

La Comisión ya prepara el primer paso hacia una posible batalla judicial. 

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