Clave las aportaciones a su Afore para garantizar un retiro digno

En su análisis, "ahorro para el retiro y cultura previsional", el analista de BBVA Research, Luis Antonio Espinosa Carrasco, recalcó que el camino a la independencia financiera en la vejez únicamente inicia con el acceso a una cuenta de ahorro para el retiro.

Por ello, es necesario abonar de manera adicional a las aportaciones obligatorias para asegurar una renta acorde al estilo de vida.

En la actualidad, de aquellas personas con Afore, únicamente el 5.7% realizó aportaciones voluntarias a su cuenta.

Las razones más comunes para no realizar aportaciones extraordinarias hicieron referencia a que “no queda dinero para ahorrar”, “no sabe qué es o no sabe cómo hacerlo” y “trabaja por su cuenta”.

En este contexto, vale la pena reflexionar sobre lo que depara el futuro y cómo poder asegurar un retiro adecuado a las necesidades y deseos. Se debe recordar que contar con un instrumento financiero para invertir los ahorros a largo plazo, es tan solo el comienzo y se debe aprovechar la diversa oferta que existe en las instituciones del sistema financiero para tener constante capacitación en estos temas.

Dijo que en México sí se tiene el hábito de ahorrar, esta acción se aprende desde temprana edad y aunque los medios son diversos, todos consisten en cambiar parte del consumo actual para cumplir metas financieras en el futuro.

Sin embargo, hace falta una sólida cultura previsional que permita alcanzar las metas de largo plazo como lo es el ahorro para el retiro.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF), edición 2021, seis de cada 10 personas realizaron alguna acción de ahorro, ya sea en alguna cuenta o en otro tipo de medios llamados informales. De las personas que ahorraron en una cuenta bancaria, 41.1% lo hicieron para atender emergencias o imprevistos, mientras que únicamente el 2.5% lo hicieron para la vejez o retiro.

Ante tal desinterés por la previsión en esa etapa de la vida, dos factores resaltan; por un lado, el monetario, en el que ante un ingreso limitado se prioriza el ahorro a corto plazo para atender imprevistos y emergencias, gastos personales o pago de servicios. Por otro lado, la falta de capacitación respecto a las herramientas de inversión a largo plazo.

Referente al segundo factor, la ENIF revela en su análisis más reciente que el 39.1% de la población de 18 a 70 años tenía una cuenta para el retiro o Afore y en contraparte 57.9% no tenía una cuenta de ahorro para el retiro. El porcentaje que también llama la atención, es que hubo un 3% de adultos que respondió desconocer si tiene cuenta para el retiro o Afore, porcentaje que representa a más de 2.5 millones de personas.

En el caso de las capacidades financieras en la población, si bien la encuesta precisa que el 92.5% de los adultos en México comprende el concepto de interés simple, este porcentaje se reduce a 36.3% al preguntar por el interés compuesto. Entender este último término es indispensable para evaluar los beneficios de una inversión de tan
largo plazo, como lo es el retiro y con base en ello hacer una adecuada proyección de ahorro durante la vida laboral.

Sugirió asistir a ferias de Afores y conocer el esquema de ahorro para el retiro, pues, vale la pena reflexionar sobre lo que depara el futuro y cómo poder asegurar un retiro adecuado a las necesidades y deseos. Se debe recordar que contar con un instrumento financiero para invertir los ahorros a largo plazo, es tan solo el comienzo y se debe aprovechar la diversa oferta que existe en las instituciones del sistema financiero para tener constante capacitación en estos temas.

 

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